El Hombre y el caballo en Armonía: Para Profundizar la Relación Entre el Caballo y el Hombre está escrito en tres partes: la primera está escrita por Ray Hunt en persona y anuncia su aproximación suave y comprensiva de los caballos, la segunda es un agrupamiento de preguntas-respuestas sacadas de numerosos clínics, la tercera finalmente, ha sido dirigida por uno de sus alumnos para describir el desarrollo práctico de un clínic en compañía de Ray Hunt.
La herencia de Tom Dorrance
Evidentemente, encontramos toda la filosofía de Tom Dorrance en sus páginas:
- “Mi gran creencia es que todos podemos vivir juntos si intentamos comprendernos los unos a los otros.”
- “Cuando pides a tu caballo que haga alguna cosa, ésta tiene que convertirse en su idea.”
- “Complica los comportamientos indeseables y facilita los buenos comportamientos.”
- “Para digerir mejor la píldora [de horsemanship], la mujer o el hombre de caballos sólo necesita conocer ‘la sensibilidad, la planificación y el equilibrio.”
Estos hombres mantenían una gran amistad, Tom Dorrance ha sabido ayudar a Ray Hunt a encontrar la vía de comunicar con su caballo. Se puede leer entre líneas que Ray Hunt estaba hecho para esto y sólo necesitaba un pequeño empujón para desarrollar su aproximación personal. Releyendo de nuevo su libro, he podido retener lo que yo creo que son sus dos ideas principales diferenciadas por el susurrador.
Modo de vida
Mi opinión es que Ray Hunt ha conseguido transcribir en un lenguaje claro las descripciones de los conceptos desarrollados por Tom Dorrance. El primero de los conceptos es que convertirse en susurrador, pasar tiempo en intimidad con los caballos (y si tienes la voluntad de hacer las cosas correctamente), exige de ti mismo un replanteamiento.
El hombre y el caballo en armonía, Ray Hunt
Bailar en armonía
El Hombre y el Caballo en Armonía, Ray Hunt
Esta frase puede parecer enigmática a primera vista, pero tiene sentido y debería ser conocida por todos los jinetes que no quieren pelearse con sus caballos: primeramente, deberías estar atento a la actitud de tu caballo, sentir su estado de espíritu actual; luego, pide a tu caballo de ofrecerte ligereza y flexibilidad; finalmente, el caballo te responde, es sensible a tu cercanía, te lo da a cambio para que podáis sentir juntos. Pienso que se trata de la parte más difícil de aprender dentro de la equitación, ya que pide muchísima empatía y paciencia. Dos cualidades que han sido completamente erradicadas en nuestra sociedad moderna…
Hay también, otras explicaciones más concretas a lo largo de las páginas y Ray Hunt nos dice y redice regularmente que debemos prestar atención a la posición de los pies de nuestro caballo. Es una simple cuestión de lógica, ya que debemos por ejemplo pedir únicamente un giro a la derecha cuando el anterior derecho se levante del suelo, ni antes, ni después. Igual con el posterior izquierdo cuando pides a tu caballo de cruzar los posteriores desde su flanco izquierdo. No pedir ni antes ni después. Los griegos de la antigüedad tenían una palabra dedicada a este concepto: Kairos, el momento oportuno.
El Hombre y el Caballo en Armonía es el libro de referencia indispensable. Si la equitación natural fuera una religión, esta obra sería la Bíblia.
La he leído tres veces este año y he descubierto nuevas semillas en cada ocasión. Mientras la equitación mejora (debería al menos ser el caso), nuestra experiencia se enriquece, entonces tenemos la capacidad de comprender nuevas ideas y de incorporarlas a nuestra práctica ecuestre cotidiana.
Para acabar, si no tenéis presupuesto para libros, éste es la única fuente de información: ¡¡¡no busques más!!!