Es nuestra responsabilidad de asegurarnos que no hemos lastimado u olvidado fichas en el puzzle.

Los caballos salvajes ya no se encuentran en Europa, el 99% de nuestros caballos vienen de ganaderos, manipulados desde su llegada al mundo, domados entre los dos y los cuatro años, para luego ser vendidos a particulares, profesionales ecuestres o escuelas de equitación.

Por desgracia, muchos caballos acaban incompletos. Les falta educación, no tienen respeto por las personas o, peor, tienen miedo del hombre y pueden ser peligrosos. Todos estos problemas, es lo que nosotros llamamos “caballos con problemas”, no son causados por ellos sino por el hombre. La personalidad, el espíritu de los caballos es como un puzzle que construimos en función de nuestras necesidades. Tenemos la obligación moral de asegurarnos que el puzzle está correctamente ensamblado, que cada pieza se encuentra en su sitio, que nada falte o que nada haya sido dañado por el camino.

La equitación natural es un método suave que permite empezar a entrenar al caballo con empatía, suavidad y comprehensión. Es un método que toma algo de tiempo si queremos hacer las cosas bien: una doma debe hacerse en varios días, varias semanas, no es nada ¡en relación a los años de servicio que el caballo va a darnos!