El mantenimiento de los pies es un elemento principal en los cuidados de tu caballo: ¡sin pies, no hay caballo! Siendo así, el cuidado de los pies debería ser un momento placentero, jamás de tensión. Este artículo tiene como objetivo ayudar a educar a tu caballo para dar los pies. En efecto, estos deberían comportarse como compañeros durante esta operación, deberían ayudarte levantando sus pies, sin dudar ni golpear por su parte.
Seguridad
Asegúrate antes de nada, de poder palpar enteramente a tu caballo sin resistencias. Estate atento cuando abordes caballos que no conoces o que conozcas poco: no anticipes malos comportamientos pero estate preparado para reaccionar a todo tipo de situación. Posiciónate paralelamente a la pata, tu hombro apoyado sobre el caballo, tus pies al lado nunca bajo él. Tu seguridad es la prioridad, ya que no serás capaz de ocuparte de los pies de tu caballo con una pierna enyesada.
Desarrollo
P&R
¿Qué hacer si mi caballo empieza a cocear?
Algunos caballos pueden ser “tímidos” en lo que se refiere a la manipulación de las patas, son a menudo los más dominantes y los menos respetuosos. Por supuesto, antes deberías haber trabajado los fundamentos: desensibilización, retroceder a distancia y trabajo a la cuerda. Pese a esto, hay quien va a necesitar trabajo suplementario para comportarse de manera adecuada en el tratamiento de los pies. Te aconsejo, cuando trabajes en la pista, por razones de seguridad, guarda la cuerda en la mano ya que puedes necesitarla si hay que ser más firme: presiona el botón y espera, deja unos instantes a tu caballo, después hazle cruzar los posteriores en varios círculos o hazle retroceder al menos 10 metros_ en función de lo que le sea más incómodo_ desde el momento que te intente cocear. Repite la operación hasta que tu caballo te dé el pie sin rechistar y acuérdate de recompensarle cada intento positivo con una caricia.